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Última actualización: marzo 30, 2023
En el último año, la suplantación de marca de identidad ha aumentado drásticamente. Los delincuentes realizan ataques de suplantación de identidad a las empresas para lucrarse ilegalmente con el éxito de estas marcas, dejando a las empresas afectadas con repercusiones perjudiciales.
Los datos de Pwc revelan que el 47% de las empresas de todo el mundo han sufrido un fraude en los últimos 24 meses.
Por lo tanto, es más que nunca indispensable que los propietarios de empresas tomen medidas inmediatas cuando se enfrentan a cualquier forma de robo de identidad corporativa y la suplantación de identidad en internet. En este artículo, te mostramos los diferentes tipos de robo de identidad empresarial, sus consecuencias en las empresas y lo que se puede hacer contra él.
El robo de identidad empresarial, también conocido como robo de identidad corporativa, es la suplantación ilegal de una empresa. En este sentido, la víctima puede ser cualquier tipo de entidad con un Tax ID empresarial, desde una empresa individual hasta una gran corporación.
Las tácticas que utilizan los defraudadores para robar la información de identidad de las empresas y utilizarla para obtener un beneficio varían en su forma, tal y como exponemos a continuación:
Los infractores crean cuentas falsas que utilizan los nombres, imágenes, logotipos u otros datos identificativos de personas, marcas y empresas con fines de engaño. Estas cuentas recién creadas pueden tardar unos días en ser detectadas. La suplantación de identidad en Facebook y redes sociales son robadas por suplantadores y aprovechan estos plazos de menor visibilidad para dirigirse a los clientes con agresivos ataques de campañas publicitarias falsas.
Otra técnica que suelen utilizar los suplantadores es la de copiar por completo el diseño de los sitios web de empresas establecidas. Los clientes inconscientes son conducidos a estos sitios web fraudulentos a través de motores de búsqueda, campañas publicitarias en redes sociales o correos electrónicos.
Una forma habitual de suplantación de identidad empresarial consiste en implementar el logotipo o el nombre de una marca en los correos electrónicos que los suplantadores envían a los empleados. Al hacerlo, los estafadores buscan obtener la información bancaria de una empresa. Este tipo de información puede utilizarse para fraudes financieros como la obtención de préstamos, líneas de crédito o tarjetas de crédito en nombre de la empresa.
Para los ladrones es muy sencillo conseguir la información que desean. Parte de la información puede incluso estar disponible en línea de forma gratuita si las empresas publican documentos que contienen información corporativa como números de impuestos sobre las ventas o números de licencias comerciales. Los ladrones de identidad utilizan la información de la empresa robada para presentar declaraciones de impuestos fraudulentas para obtener un reembolso.
Los delincuentes también pueden robar el nombre o el logotipo de su empresa y registrarlo como marca oficial. A continuación, piden un rescate por liberar la identidad de la empresa registrada.
Los infractores pueden emitir facturas falsas con la identidad de tu empresa o hacerse pasar por su socio comercial enviando una factura en tu nombre y pidiéndote el pago.
Hemos dicho que la suplantación de identidad puede afectar a cualquier tipo de negocio. Tiene el potencial de dañar la reputación de una marca y, a su vez, reducir significativamente el margen de una empresa. A continuación, se exponen las repercusiones más duras para las empresas:
La reputación de marca online es uno de los activos más importantes y frágiles. Define la calidad de sus relaciones con los acreedores, los socios comerciales y, sobre todo, con sus clientes. Ser objetivo de los ladrones de identidad puede cambiar drásticamente la forma en que se percibe a su empresa y romper la confianza que había construido con sus clientes. Es un motivo que afecta una suplantación de identidad en redes sociales e internet.
Los clientes que han caído en la trampa de los sitios web falsos pueden acabar comprando productos falsos o no recibir nunca los productos por los que han pagado. Lo mismo ocurre con las cuentas falsas en las redes sociales. Los clientes quedan desinflados por su experiencia y deciden optar por otra marca la próxima vez.
Las pérdidas significativas de ingresos suponen un riesgo importante, especialmente para las pequeñas empresas que no tienen grandes reservas financieras. Los propietarios de las empresas pueden tener problemas para pagar a tiempo a sus empleados, socios, proveedores o suministradores de capital. Lo mismo ocurre con el cumplimiento de las obligaciones fiscales o la compra de suministros.
El problema de la pérdida de ingresos ha experimentado un aumento espectacular en los últimos tiempos. Los datos del Reino Unido muestran que las suplantaciones de marcas casi se han duplicado en el primer semestre de 2020. 15.000 casos denunciados (un aumento del 84% respecto a 2019) han provocado pérdidas de £58 millones por estafas de suplantación de marca.
Si la identidad de tu empresa ha sido utilizada para presentar declaraciones de impuestos fraudulentas, es probable que te enfrentes a sanciones fiscales y auditorías. Aclarar las circunstancias puede ser costoso y tedioso.
Miles de empresas son víctimas de la suplantación de marca empresarial, lo más importante es tomar medidas inmediatamente.
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